martes, 11 de abril de 2017

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? - Libro


Autor: Philip K. Dick
Páginas: 272
Año: 1968
Formato: Ebook

Quizás si ustedes leen este título, más de sonarles curioso no va a ser, pero si les digo “Blade Runner” ahí se les va a prender algo dentro de su mente y se van a acordar automáticamente aquella película del 82 con Harrison Ford y dirigida por Ridley Scott. Como muchos ya saben las adaptaciones a veces poco tienen que ver con los libros, a veces unos y otros son mejores, pero en este caso voy a comentarles lo mismo que me dijeron a mi: “tómenlo como cosas diferentes” ya que van a poder apreciar a ambas cosas con distintos ojos.

En la película de Ridley Scott teníamos algo así como una visión futurista de Hong Kong, con un barrio chino interminable, mucha gente (muchos de ellos orientales y enanos… por alguna razón), y una lluvia continua; sin embargo la visión de Philip K. Dick nos deja una sensación algo diferente.


En la obra de Dick del 68, se nos transporta a unos ’90 ficticios, a un mundo polvoriento, casi que desértico tras una Tercera Guerra mundial, la cual implicó la históricamente temida “Guerra Nuclear” que destruyó la Tierra y obligó a los humanos transportarse a colonias espaciales y vivir en Marte.

Pero no todos los humanos se fueron, algunos decidieron quedarse por una cuestión de arraigo, y otros directamente no se les permitió, ya fuera por enfermedades crónicas que padecieran o por estar contaminados por “el polvo” radioactivo.

La vida es solitaria, y por lo que nos relatan sus protagonistas quedan pocos humanos, pero quienes viven en la Tierra tienen una misión, o un deber si se quiere, y es el de proteger a los animales que no se extinguieron con la radioactividad. Por ello su principal preocupación es el de tener un animal vivo y sano, para poder reproducirlo, y siempre llevan un catálogo encima para corroborar sus precios y si alguna especie ha dejado de existir.  



Todo esto lo vemos a través de los ojos de Rick Deckard, un hombre casado y con un matrimonio bastante infeliz a causa del fallecimiento de su oveja, la cual terminaron remplazando con una oveja eléctrica.

Rick es un caza recompensas de la policía de San Francisco, que se encarga de recuperar “andys”, androides que se escapan de las colonias espaciales y vienen a la Tierra en busca de su libertad. Pero Rick no es el as de la jefatura, como más o menos lo pintan en la película, no, él es algo así como un suplente; el as fue otro, al que mandaron a recuperar unos peligrosos “Nexus 6” y terminó internado en medio de su violenta misión. Así que ahora le piden a Rick que vaya por ellos, lo cual representa una gran oportunidad, porque si junta suficiente dinero puede comprarse una avestruz de verdad, y quizás así su matrimonio que está a punto del divorcio pueda recuperarse.

Básicamente este es el comienzo del libro, el cual se siente entreverado y algo pesado, a falta de explicaciones de algunos eventos, los cuales están llevados con cambios bruscos en el relato. La “cacería” durará solo un par de días, y es por ello que tras pasar la introducción el relato se siente tan ágil y por momentos confuso ante los cambios de escenarios, ya que el lector deberá descifrar a medida que avanza el relato dónde está Rick.

Es así que hay una parte que no se comprende mucho en el comienzo y lo vamos a entender cuando la narración esté más avanzada, y nos daremos cuenta de qué se trata. Uno de los principales temas que se tratan en la obra es el “Mercerismo”, una especie de religión que es la base de la cultura de su sociedad. ¿Por qué se siente entreverado? Cuando venimos leyendo los primeros capítulos se nos transporta de un párrafo al otro a un lugar donde suceden cosas extrañas, se ve una colina donde está un tal Mercer (al estilo de Jesús), y otros sujetos tiran piedras, y no entendemos a qué viene todo esto, si estamos en la misma realidad, o si es otro mundo, un sueño, o vaya saber qué, pero el relato nos dará explicaciones más adelante.

Ya en medio de la misión encontraremos que quizás esta no sea tan espectacular como nos pinta la película, de hecho gran parte de los cuestionamientos que se hace Rick a base de su misión va de la mano del estudio de empatía que debe de aplicar a los Nexus-6, para así descubrir si el ser que tiene delante de sí es humano o un androide. Sobre esto debo de decir que es interesante ver cómo Dick se imaginaba los estudios de empatía, con una neuropsicología muy reciente a finales de los 60, y casi que la parafernalia utilizada puede verse como una curiosidad. Sobre los estudios se trata de una serie de preguntas que va de manos del respeto a la naturaleza y como su cuidado se ha vuelto tan intrínseco en los humanos que reaccionan mal ante su destrucción.


Sobre el cierre del libro caeremos en la cuenta del viaje filosófico por el que nos transporta el relato en medio de la cacería de Rick, no es sólo el tema de la acción sino que se nos deja en claro el tema del mercerismo como una crítica a la sociedad, se nos plantea el miedo del escritor en medio de la Guerra Fría y del recuerdo de la Segunda Guerra con la distopía que crea en un mundo desértico lleno de culpa, dado que la vida se deforma y perece por culpa de la humanidad; a causa de esto está la obligación ideológica de la empatía por los otros seres vivos, y el cuestionamiento de si tratarlos como iguales a los androides porque se parecen físicamente a nosotros, a pesar de que ellos carezcan de la empatía como parte de su funcionamiento cerebral. Por otra parte está la soledad, como está tan remarcada a pesar de convivir con otros seres, como está la necesidad humana de conectarse con otros y el miedo constante a perecer en solitario.


“(…) un peón con aspiraciones a algo mejor.  ¿Sueñan los androides?, se preguntó Rick. Evidentemente. Esa es la razón de que a veces asesinen a sus empleadores y huyan aquí.” Cap. 16



Es un libro que si bien puede ser difícil de comenzar se lee con mucha ligereza una vez que el relato termina de tomar forma. Es interesante el choque visual de la ciencia ficción de finales de los 60 con los 80 de la película, con la visión actual. Creo que la esencia del libro se diluye en la película, pero que se mantiene de fondo como algo palpable solo para aquel que entiende sus guiños; igualmente coincido con aquello de “tomarlos como cosas distintas”. El mensaje que nos deja el libro es el de cuestionarnos los usos de la tecnología, el mensaje colectivo de culpabilidad y cuidado de la naturaleza, y de nosotros mismos a fin de cuentas, ya que como seres sociales y pensantes sufriremos al caer en la soledad y autodestruirnos como sociedad. ­­­­­­­­­­­­


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