lunes, 31 de julio de 2017

Mujercitas - Libro


Autora: Louisa May Alcott
Año: 1867
Sello Editorial: Penguin Clásicos (Penguin Random House)
Cantidad de páginas: 789

En la vida de todo lector uno se marca qué clásicos deberá leer en algún momento de su vida; uno de esos clásicos que decidí marcarme fue “Mujercitas”, un libro del que mucho se ha hablado desde el momento de su publicación.

Alcott era una escritora estadounidense que, antes de escribir “Mujercitas”, ya tenía una carrera en donde no le temblaba el pulso a la hora de relatar algún tema tabú para la época. La idea de escribir sobre “Mujercitas” se originó desde su editor, quien le propuso escribir una obra moralista, para transmitirles a las chicas de la época “cómo comportarse”.  La escritora allí no tenía idea de qué escribir, no le interesaba hablar sobre romances o cursilerías por el estilo, así que decidió sacar un libro en el que contara su propia historia y la de sus tres hermanas.

El que fuera el primer tomo de “Mujercitas” nos presenta a las siguientes señoritas:

Alcott se nos presenta como Jo, una jovencita que es bastante masculina, que pelea por ser una escritora, y convertirse en una mujer independiente que pueda mantenerse por sus propios medios sin necesidad de esas cosas tontas como tener marido y formar una familia.

Luego están sus hermanas: la mayor, Meg, que conocía de antaño la riqueza familiar que se perdió en un préstamo que nunca fue devuelto, por lo que ahora debe de trabajar como institutriz para mantener su familia.  También están la pequeña y dulce Beth que se encarga de las tareas del hogar, y la más chica, Amy, una niña muy mimada que tendrá sus castigos por su carácter estirado.

Ilustraciones que fueron rescatadas 
de ediciones posteriores a la original de Alcott.

Estas hermanas vivirán solas con su madre ya que su padre fue a luchar en la Guerra de Secesión, tendrán sus aventuras diarias y sus anhelos de grandeza que compartirán con sus vecinos ricos, principalmente el muchacho de la  familia de al lado, Laurie, con quien tendrán una complicidad de hermanos.

La obra entonces transcurre en las aventuras y desventuras de estas hermanas, que se proponen como algo rebeldes para la época dentro de lo que sus pobrezas y estatus social les permite, algo que va de la mano con la familia pobre de visión revolucionaria y política feminista, de la familia de Alcott. Pero, a cada paso mal dado recibirán una sensación de arrepentimiento y una lección moral de su madre; como quien leyera una fábula, donde los animales hacen travesuras y se nos espera con una lección al final de la historia, en la cual las pequeñas corderitas aprenderán a ser humildes y respetar al prójimo.

Un diario escrito por las jovencitas 
como pasatiempo.

Esta fórmula que se repite por todo lo que sería la “primera parte” (originalmente “Primer Llibro”), donde nos demuestra el contexto religioso de la época: el rezar y “pedirle al señor” parece ser la cura de todos los males, incluido el dominar el mal carácter, lo cual quizá puede chocar un poco con la mentalidad de nuestra época, ya que no vivimos en una sociedad conservadora cristiana (por lo menos en Uruguay), pero hay que recordar en qué años fue escrito esto, y el mensaje que se buscaba transmitir como una lección de moral para las chicas que se comportaban de manera altiva en la alta sociedad, a quienes se les intentaba enseñar que ser humilde es más atractivo que ser engreído y que ser pobre está bien.

Sobre la segunda parte es más bien algo que surgió debido al éxito de la primera; las fans no paraban de mandarle cartas a la autora pidiendo ver como esas señoritas en edad de casarse, justamente encontraran pareja y formaran sus vidas junto a sus maridos.

Aquí hay que mentalizarse de que quien escribe esta historia es Jo, y, ¿qué hemos aprendido de Jo en la primera parte? Que no le interesan en nada esas cursilerías. Y se nota, porque acá hay mucha maldad.

Sobre la segunda parte, hay cosas que a uno le puedan parecer que están muy bien, que incluso hay un aprendizaje de las chicas que se ven mucho más maduras y que ellas mismas pueden dar lecciones a los demás sobre lo que es moralmente correcto y lo que no. Para mí el crecimiento de Amy fue de lo mejor que vi del libro, realmente lo disfruté mucho ya que era un personaje que en la primera parte detesté, y en la segunda parte logró mostrarse como una protagonista más querible. Pero, hay cosas que a uno le pueden chocar un poco, más que nada frente a Jo: Alcott destruye su propio personaje, lo desarma y lo reconstruye creando a otra persona, que sí, que coincide en detalles con lo que era antes, pero lo modifica para generar incomodidad a las lectoras, así como el final del libro.


Finalmente se nos deja con un mensaje de que las mujeres tienen un rol maternal a cumplir, ya sea al cuidado de la casa y de los hijos, propio de la época, y se rompe un poco con lo que pueden llegar a ser otro tipo de trabajos y la independencia de las mujeres, chocando con la formación feminista de la autora, quien desde la mirada de su propia familia se proponían como todo lo contrario, y bogaban en la lucha de la primera ola feminista (las sufragistas).  Pero quiebro una lanza por la autora y su mente bastante progresista para la época, donde ella deja en claro una cosa: que el padre de la familia, el marido, debe ser incluido en las tareas del hogar y la crianza de los hijos, cosa que al día de hoy en algunas familias esto se cuestiona.

En sí, fue un libro que disfruté, quizás no tanto como cuando leía a su competencia inglesa Jane Austen (que es de mis escritoras favoritas), pero me sorprendió con una prosa moderna a pesar de que la temática fuera de finales del 1800, y sentí que me otorgó una nueva perspectiva para repensar obras de la época. Se lo recomiendo a quienes gusten de obras de época con un importante desarrollo de personajes, y en pequeñas dosis, alguna que otra “cursilería”.

PD: si leen la versión de Penguin Clásicos que tengo yo, lean la introducción DESPUÉS de leer el libro, porque en el análisis se van a comer muchos spoilers.

Muchas gracias a Penguin Random House por otorgarme el ejemplar con la traducción fiel a la primera edición (gracias a los dioses no una versión “recortada y modificada” de esas que andan en la vuelta >.>) y no olviden pasar por su página Me Gusta Leer para más información del libro.

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